La Hacienda de San Julián, un enclave con siglos de historia en la Región de Murcia, es el legado de la ilustre familia Pérez de Meca, una de las estirpes más influyentes de Lorca. Sus raíces se remontan al siglo XIV, cuando Gimeno Sevil, descendiente del infante Alfonso de Molina, se estableció en Lorca durante la Reconquista. A lo largo de los siglos, la familia se consolidó como una de las más importantes de la nobleza local, emparentando con linajes destacados como los Ponce de León y los Guevara.
En 1847, la reina Isabel II concedió el título de Conde de San Julián a Antonio Pérez de Meca y Musso, en reconocimiento a los servicios prestados por su familia a la Corona. Desde entonces, la hacienda ha sido testigo de la grandeza y el esplendor de esta familia aristocrática, cuyos miembros ocuparon altos cargos en la política y la administración pública.
La Hacienda Casa Palacio de San Julián, ubicada en la pedanía de La Hoya, se erigió como casa de recreo de los condes. Aunque sus primeros indicios datan del siglo XIX, una campana fechada en 1678 sugiere una historia aún más antigua. La hacienda, ampliada y reformada con el tiempo, alberga una bodega histórica y una majestuosa fachada que se cuentan entre sus elementos arquitectónicos más antiguos.
Además de su imponente arquitectura, la finca cuenta con un oasis natural, con un estanque y una gruta con la imagen de la Virgen de Lourdes, obra del renombrado arquitecto francés Jean-Claude Nicolas Forestier. Un rincón de serenidad que refuerza el carácter exclusivo de la hacienda.